Cada día que pasa veo a más personas hacerse daño por emociones no trabajadas; relaciones que se rompen por no haber trabajado un conflicto de hace muchos años; relaciones que se quiebran por no conversar los secretos de tu vida; personas que se hacen daño a sí mismas, por no saber soltar una situación que incluso, pudo haber sucedido hace muchos años.
Existe una técnica y área de estudio que se llama la metamedicina y se basa en comprender que la mayoría de las enfermedades nacen de emociones no trabajadas. No vamos a hablar a profundidad del tema porque eso lo tratamos en los cursos, sin embargo si quiero conversar contigo de algunas cosas enfocadas en la falta de perdón.
Te pido que por unos minutos cierres tus ojos e imagines la respuesta a esta pregunta…¿Qué es lo que más te molesta en tu vida?...puedes cerrar tus ojos. Ahora vamos con otra pregunta ¿Qué te hicieron que duele o dolió tanto?. Me encantaría que escribas en los comentarios las respuestas que vinieron a tu mente.
Mira, NO nos han enseñado sobre inteligencia emocional y cómo administrar nuestras emociones para que no nos afecten y lo único que hemos aprendido es hacer caso omiso de las mismas. Aunque en realidas ni siquiera hacemos eso jajaja. No, no hacemos caso omiso; nos enfurecemos; lloramos, incluso solo por dentro; nos decepcionamos; queremos gritar en muchos casos, pero no lo hacemos…De tal manera que vivimos a medias las emociones, nos guardamos y tratamos de ser políticamente correctos con nosotros y con el resto.
Esto lo único que está dejando son secuelas duras de sobrellevar, personas con cáncer, personas con dolencias físicas y mentales que los médicos no se explican.
Al final del día ¿Qué puedes hacer tú, para que esto no termine dañándote?
La mejor solución es saber manejar los conflictos emocionales, si no lo sabes, aprende lo más rápido posible, porque si no lo haces estarás destinado a vivir una vida llena de remordimientos y con muchos: “¿Y si hubiera hecho esto o lo otro?”
El perdón es uno de los mejores caminos para sentirte bien contigo mismo y aprender a hacerlo, te ayudará de manera impresionante para tener una vida más tranquila y llevadera.
Quisiera que reflexiones por un momento y estoy seguro que me darás la razón con lo que vas a leer:
Seguramente conoces a alguien que por falta de perdón ha envejecido prematuramente, que ha cargado un dolor tan profundo que ha terminado en depresión, que por falta de perdón vive amargada/o y muy probablemente en soledad.
Si no quieres que te suceda esto, es momento de aprender a perdonar y soltar las cosas que consideras incluso insignificantes. Te pido que comiences por ahí, porque soltar y perdonar las cosas más tenaces en la vida requiere de valentía y trabajar muchísimo con el ego.
No, no pienses que considero que es fácil, sin embargo sí estoy convencido que si aprendes a hacerlo, tu vida va a dar un giro tremendo, lo he visto y lo he vivido. Te invito a buscar en el podcast de “excepcionales” la semana en honor a mi madre…te va a encantar.
En la mayoría de los talleres trabajo el tema del perdón, porque lo considero muy importante y porque es la base de todo cambio, es cómo si antes de cocinar tu plato favorito, te das un tiempo para botar la basura y limpiar el área de la cocina, comprendes la analogía.
Para poder rediseñar tu vida una de las primeras cosas que necesitas hacer es deshacerte de todas las cargas que hay en tu vida y no necesitas. Si algún momento vas a mi retiro Insight, te lo demostraré.
En conclusión, lo mejor que puedes hacer en este momento es darte cuenta que tienes cargas que ya no necesitas cargar y liberarte de ellas te va ayudar a conseguir mejores resultados, porque simplemente podrás ir mucho más liviano en la vida.
Te envío un abrazo y los mejores deseos para que seas capaz de darte cuenta que todas esas cosas que te han causado dolor, te han enseñado a ser quien eres, sin embargo en muchos de los casos lo mejor es dejarlas como aprendizaje, más no como motivo de dolor.
Por cierto, la programación neurolingüística tiene varias herramientas que te ayudan a trabajar el perdón, sobre todo para que no te afecte más.